Conocà a Kristine y Cary en 2016, en un evento que celebraron en un pequeño restaurante en Newark Ave para aquellos que estaban tratando con familiares con Alzheimer. Aquella fue la primera vez que pude expresar mis pensamientos en público.
Esta noche es la primera vez que hablo sobre cómo el Alzheimer afectó a mi familia, de lo impotente que me sentà durante los 3 años que vi a la enfermedad afectar a mi padrastro y a mi madre. Mi padrastro habÃa estado en el ejército, luchado en la guerra, pertenecido al Departamento de PolicÃa de Jersey City durante 31 años, vivido un tiroteo durante el cual derribó al tirador, y que fue ascendido a Gold Shield Detective. En otras palabras, era un tipo bastante duro. La enfermedad empezó gradualmente con la pérdida de memoria, y yo podÃa ver lo frustrado que se sentÃa al respecto. Entonces, progresó hasta el punto que ni siquiera sabÃa que dÃa de la semana era.
Mi madre se convirtió en su cuidadora y le dedicó todo su tiempo. No conseguÃa hacer que saliera de casa o tomara un paseo, ya que no querÃa separarse de su lado. Noté que mi madre ahora caÃa en patrones de olvido y se volvÃa lenta, lo cual fue difÃcil de ver. Los visitaba con frecuencia para ayudar, y antes de irme, me sentaba en mi coche un rato en silencio. Me sentirÃa triste y molesto porque sabiendo que no hay cura para el Alzheimer, no habÃa mucho que pudiera hacer.
Mi padrastro empeoró mucho, hasta el punto que no podÃa controlar sus funciones corporales y perdÃa el equilibrio. En agosto de 2014, se cayó y fue hospitalizado, donde murió dÃas más tarde. Fue muy difÃcil ver a mi madre a su lado mientras estaba en el hospital, siempre hablando sobre las ganas que tenÃa de que Bob volviera a casa, mientras él no tenÃa idea de quien éramos ninguno de nosotros. Después de que falleciera, mi madre dejó de querer comer o hacer nada. Contraté a una cuidadora 24 horas a la que mi madre no era receptiva, y estuve a punto de ingresarla a un centro de vida asistida porque no se cuidaba a si misma.
La visitaba todos los dÃas después de que Bob falleció. Un dÃa, el martes 15 de enero de 2015, la llamé varias mientras estaba en el trabajo, pero ella no contestó. Preocupado, me marché del trabajo y al llegar a su casa la encontré habiendo fallecido en su cama, cinco meses más tarde que su marido.
No estoy seguro de que palabras puedo usar para describir esta experiencia aparte de frustrante. Pensaba todos los dÃas en lo que podÃa hacer para resolver esta situación para mi madre y mi padrastro, cuando en realidad no habÃa mucho que realmente pudiera además de estar a su lado. Estoy agradecido por mis geniales amigas, que estuvieron allà para mà y me consultaban para ver cómo me encontraba mientras cuidaba a de mi madre y padrastro, y que estuvieron allà para mà aún más después de que ambos fallecieran.